Una luz traspasó la ciudad. Una luz muy brillante, como un rayo caido del cielo, que sigue las lineas de una carretera vieja, gastada, casi borrada. Era de noche. No hubo dos ojos que atestiguaran lo ocurrido. Un hecho que paso sin mas, nadie lo vio, nadie lo conto, no ocurrio.

Con dos ojos hubiera bastado para que aquel suceso, mágico, singular y unico hubiera recorrido el mundo. Se hubieran creado discusiones, charlas, teorias sobre lo ocurrido, el mundo se hubiera parado intentando explicar lo ocurrido. Hubieran surgido cientos de explicaciones o hubiera quedado como un hecho paranormal, clasificado en una carpeta marron, entre otros cientos. Quizas hubiese disfrutados de esos 15 minutos de gloria que todo el mundo quiere. Pero no ocurrio, en realidad no paso, por que nadie lo vio.

Siempre hay mas que lo que vemos.